#Opinión: Las pandemias sí saben de género
La directora de Equidad de Género de la Universidad de La Frontera, Bárbara Eytel Pastor, se refiere a la forma en que la pandemia de coronavirus impacta desigualmente la vida de las personas en términos de género.
Desde que surgió el COVID- 19 en China a principios del 2020, investigadores/as se han abocado a estudiar este virus que ha cobrado miles de vidas en todo el planeta. Entre los hallazgos se ha constatado que el virus afecta de manera diferenciada a hombres y mujeres. Entre las razones, científicos sugieren que habría una combinación entre factores biológicos, estilos de vida y comportamientos que indican que están muriendo más hombres.
Sin embargo, también existen otros aspectos relevantes que dan cuenta sobre cómo esta pandemia impacta desigualmente la vida de las personas en términos de género. Hoy en día, cuando la cuarentena es la medida que se ha utilizado en muchas partes del mundo para frenar el virus, las mujeres –principalmente- se enfrentan a una sobrecarga de tareas domésticas, debiendo responder a las exigencias del hogar (cuidado de niñas/os, personas en situación de discapacidad y adultos/as mayores/; alimentación; aseo; apoyo educativo para escolares, entre otras), pero además, quienes trabajan de forma remunerada deben continuar cumpliendo con sus labores de manera virtual.
La tensión entre estas tareas se vuelve aún más fuerte en aquellos hogares donde existe una jefatura de hogar femenina. En Chile, al momento del censo, había 5,45 millones de hogares, donde el 39,4% declaró tener a una mujer en la jefatura; porcentaje similar tiene La Araucanía (39,7%).
Por otra parte, organismos internacionales como ONU Mujeres han señalado que es muy probable que aumenten las tasas de violencia al interior de los hogares producto de la cuarentena. Para miles de personas, su casa puede ser un lugar de miedo, abuso y violencia. Tan solo el año 2019, según las cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito, en La Araucanía hubo 6.076 mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y 1.629 hombres. A nivel país, la cifra alcanza las 93.955 mujeres y 24.906 hombres.
La violencia además se deja ver en aquellas actitudes conocidas como “micromachismos” que, si bien parecen ser más sutiles e inofensivas, van perpetuando la desigualdad y la discriminación hacia las mujeres en diversos ámbitos. No considerar las opiniones de las mujeres en las reuniones, infantilizarlas o tratarlas como “brujas” o enviar chistes que las denostan, son mecanismos culturales que producen y reproducen constantemente discursos y prácticas que apuntan a mantener una cultura que en nada ayuda a construir una sociedad más justa, igualitaria y democrática.
Hoy la invitación es a cuestionar los roles tradicionales de género y abrir la mente y la voluntad para compartir equitativamente las labores del hogar, a no permitir que la violencia sea parte de nuestras relaciones, a flexibilizar los ritmos y los horarios del trabajo remunerado y a valorar profundamente el trabajo invisible que las mujeres han desarrollado durante la historia.
Mg. Bárbara Eytel Pastor
Directora Equidad de Género
Universidad de La Frontera