El rol de la agricultura familiar para sobrevivir a una crisis alimentaria en tiempos de pandemia
De no tomar medidas preventivas, el territorio nacional podría correr riesgos de falta de abastecimiento y encarecimiento de precios.
El análisis de los mercados globales arroja actualmente números positivos respecto al abastecimiento de alimentos, esto debido a que los stocks globales marcan un nivel favorable a raíz de las buenas cosechas por parte de los países productores.
A nivel mundial, se contabiliza cerca de 18 millones de agricultores, pescadores, ganaderos y acuicultores, quienes han seguido desarrollando sus respectivas labores para lograr satisfacer a los mercados, como también lo han hecho transportistas, trabajadores de las agroindustrias, empresas importadoras y exportadoras, mercados mayoristas y minoristas.
Frente a este escenario, la nutricionista y Mg. en Gestión en Desarrollo Sustentable Angélica Hernández, representante del Observatorio de Derecho a la Alimentación (ODA-Chile) y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Frontera, hace un llamado a las autoridades para prevenir los efectos de una posible crisis alimentaria derivada de la prolongación del coronavirus en el territorio.
La profesional además afirma que “los principales problemas que podemos comenzar a ver es el alza injustificada de precios en los alimentos, ya que la oferta se ha mantenido estable en el mundo y en la región, por lo que solicitamos como Observatorio impedir la especulación en periodo de crisis. El escenario se vuelve más complejo en caso que la pandemia se extienda en el tiempo, porque allí veremos mayor presión en las cadenas de abastecimiento y estaremos frente a otra magnitud del conflicto”.
PROFUNDIZACIÓN DE LA CRISIS EN LA ARAUCANÍA
Para nadie ya es novedad que la Región de la Araucanía es una de las regiones más pobres del país, donde la pandemia vino a hacer más evidentes las desigualdades sociales que nos afectan. En este contexto, la académica indica que “el alto nivel de pobreza e informalidad, así como la desprotección laboral, no son problemas nuevos. Según datos del INE, en 2017 uno de cada tres trabajadores se desempeñó en condiciones de informalidad laboral. Algunos grupos, como los trabajadores migrantes y los trabajadores de la economía informal, se ven particularmente afectados por las consecuencias económicas que conlleva la presencia del virus. Por tanto, las personas más desamparadas sufrirán las mayores consecuencias de salud, sociales y económicas del distanciamiento social”.
LOS RIESGOS Y DESAFÍOS QUE PLANTEA NUESTRA RURALIDAD
En La Araucanía, la agricultura familiar campesina y de comunidades mapuche, es la que sostiene una parte importante de la economía local y la alimentación de gran parte de la región. Esta crisis sanitaria, menciona la académica, “posiblemente estructurará un nuevo orden económico y productivo, que seguramente afectará más a los actores en situación de pobreza. Hoy la población rural cuenta con mayores costos de producción, menores oportunidades en el mercado, y por ende, con menos ingresos, desatendidos además de las políticas públicas orientadas al desarrollo de este sector (Agricultura Familiar). Esta constatación es válida tanto para el área rural como para el área urbana, en la producción de alimentos”.
Hernández, en su rol de profesional y como representante de ODA Chile, menciona la necesidad de realizar un diagnóstico ajustado a las distintas realidades existentes en el territorio, que considere los siguientes tipos de medidas:
- Medidas administrativas y económicas que impidan profundizar las inequidades y la pobreza, y permitan a las personas y familias mantener un cierto nivel de calidad de vida.
- Medidas sociales orientadas a poblaciones prioritarias como son niños, mujeres, embarazadas y adultos mayores; y a población con mayor vulnerabilidad social como es la población rural, indígenas, migrantes; y aquellos que se encuentran desempleados o perciban menores ingresos.
- Medidas que fortalezcan las capacidades de las familias para producir sus alimentos y de tener acceso a otros alimentos.
Considerando la existencia de esta pandemia, el alza en el precio del dólar, la baja en las exportaciones e importaciones, se requiere crear un plan de contingencia para los productores y trabajadores del agro, asegurando la mantención de la actividad agrícola de base familiar, ya que ésta genera una fuente importante de trabajo.
SISTEMA INMUNOLÓGICO Y ALIMENTACIÓN
La respuesta también encuentra lugar en la alimentación. La producción campesina y los sistemas de producción limpia de alimentos en general, aporta ventajas comparativas para los consumidores.
Hernández explica que “la agricultura convencional, que se ayuda con agroquímicos para producir, presenta riesgos para la salud de los consumidores, por el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, entre otras tecnologías. Hay referencias de estudios que avalan estos riesgos de enfermedades. En contraparte, el fortalecimiento de la agricultura familiar campesina y urbana, con políticas públicas de apoyo que aseguren precios estables y económicos para todos, no sólo contribuiría al sistema de economía familiar, sino que además no se profundizarían los niveles de pobreza de la región. Tendríamos acceso a alimentos producidos con mejores aportes en vitaminas y sales minerales que, sin duda, contribuyen a fortalecer nuestro sistema inmunológico por el modo de producción, y porque son alimentos más frescos con mejor calidad de fibra y que actúan como probióticos, los que ayudan a mantener una flora intestinal adecuada.
La Mg. Angélica Hernández opina “no veo pertinente las medidas que vimos con estupor en los medios de comunicación, respecto de las tomadas por el Municipio de Temuco en contra de las hortaliceras. Esto no debiera suceder y menos en un contexto de crisis como en el que estamos viviendo. La comercialización de la producción es una fuente de ingresos de las familias campesinas que debemos apoyar, velando porque se tomen las medidas adecuadas para evitar contagios, pero entendiendo que estamos en una Región con un alto porcentaje de ruralidad, y entendiendo también que somos una región pobre, y que debe apoyar estas economías rurales”, finalizó.
Andrea Poblete Pacheco
Dirección de Comunicaciones